En una extensa jornada que culminó con un encuentro recreativo en Butaco, se desarrolló la segunda edición de la Semana del Prematuro con el auspicio de Unicef Argentina y el Ministerio de Salud de la Nación, bajo el lema “El recién nacido prematuro tiene derecho a ser acompañado por su familia todo el tiempo”.
Rodeados de payasos, números artísticos para distender y recrear un ambiente de confraternidad, se congregaron padres, bebés y niños que nacieron de forma prematura, es decir con menos de 1.500 gramos y de 32 semanas de gestación.
“La idea es institucionalizar la semana del prematuro a futuro y concientizar a la sociedad de que es una problemática de salud. Hace más de una década no había tantos prematuros como ahora ya sea por la sobrevida que tienen porque la tecnología y el recurso humano llegó a poder sacarlos adelante”, dijo la neonatóloga Agueda Figueroa, referente de Unicef en Neuquén.
Explicó que cuando nace un bebé prematuro de menos de 30 semanas está en proceso de maduración, si bien tiene los órganos formados un bebé de 25 semanas tarda 10 ó 15 días en abrir los ojos. Por ende, sus pulmones no funcionan bien y pueden presentar lo que se llama apnea del prematuro (pausa respiratoria), al igual que el intestino que no está preparado para asimilar bien la alimentación.
“Tienen que lograr sobrellevar la vida en este mundo cuando aún no estaban preparados para eso. Pueden llegar a estar tres o cuatro meses internados e incluso padecer entre 4 ó 5 cirugías correctivas”, agregó la especialista.
El decálogo de Unicef para los prematuros apunta a reivindicar los derechos que tienen los padres a la hora de vincularse con el recién nacido y con el lugar donde es asistido. Otro de los derechos aboga a que nazca en un lugar de alta complejidad donde pueda ser contenido o derivado porque de lo contrario son factibles de muerte.
Fuente: La Mañana Neuquén (P. Web)
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